03 enero 2009

El Cuadernito II

Desde que tenía memoria, Gregorio tenía por costumbre escribir diariamente los sucesos del día en un cuadernito que llevaba a todos lados.

El hecho de que Gregorio no tuviera recuerdos anteriores a los registrados en el cuadernito no tenía nada de raro pues, acostumbrado a registrar los hechos diarios, Gregorio había perdido la capacidad de almacenar recuerdos en su cabeza. Aparentemente –por lo menos para él- el cuadernito era más confiable.

Este sistema, sin embargo, tenía sus fallas, como la inconveniencia de perder grandes cantidades de recuerdos si los cuadernitos de años anteriores eran extraviados...o destruidos.

En todo esto pensaba Gregorio mientras escribía su nota diaria. Por fortuna –por lo menos para él- olvidó todo un segundo después de poner el punto final.

1 comentario:

Diablos dijo...

El recurso del cuadernito me recuerda los tiraderos de tinta que hago para disipar un poco la energía que se concentra por vivir a diario. Me endulza tu prosa y la secuencia narrativa con que inventas tus viñetas. ¿Cuántos cuadernos (de los que guardas en el corazón) has llenado hasta el día de hoy? ¿Y qué tanto los has ilustrado?